The Queen / Stephen Frears, Peter Morgan (Guión), Alexandre Desplat (Música), Affonso Beato, Helen MirrenMichael SheenJames CromwellSylvia SymsAlex JenningsHelen McCroryRoger AllamTim McMullan, Granada ProductionsPathé Renn ProductionsBIM DistribuzioneFrance 3 CinémaCanal+
por Stephen Frears.
Tipo: Material visualEditor: ,2006 Descrición: :97 m.Materia(s): BiográficoTipo de ítem | Localización actual | Sinatura topográfica | Número de volume | Dispoñibilidade | Data de vencemento | Código de barras | Datos do exemplar |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Prestable | IES A Xunqueira I Sala préstamo | 23340 | 1 | Dispoñible | PED079000023340 |
|
El 1 de septiembre de 1997, ocurren dos acontecimientos en Inglaterra, Tony Blair ya ha sido elegido flamante primer ministro y el mundo se despierta con la noticia del trágico accidente de la exesposa del heredero al trono británico, Diana, Princesa de Gales. El pueblo británico, un gran admirador de Lady Diana, empieza a depositar flores en el palacio de Buckingham y a pedir funerales por "la princesa del pueblo". Pero la Familia Real británica, de vacaciones en ese momento en el castillo de Balmoral, permanece en aparentemente indiferencia a los acontecimientos, especialmente la Reina, que se niega a bajar la bandera a media asta y a celebrar un funeral de Estado, ya que en ese momento la princesa de Gales estaba excluida de la realeza y no poseía el tratamiento de Alteza Real y el protocolo británico no lo autorizaba. Sin embargo, el día del divorcio de los Príncipes de Gales, quedó establecido que la princesa perdería el tratamiento de Alteza Real pero conservaría el título de Princesa de Gales. Por lo tanto, seguía siendo miembro de la familia real británica, al ser madre del segundo nivel en la línea de aspirantes al trono británico. Para Tony Blair (Michael Sheen), nuevo Primer ministro del Reino Unido por el Partido Laborista, es una oportunidad política para consagrarse a nivel internacional. La reina Isabel II (Helen Mirren), cede finalmente ante la insistencia de las atinadas peticiones de Blair, y decide por fin regresar a Londres para mostrar un duelo aparente, a asistir y encargarse de los funerales, y rendirle así un homenaje público a Diana, Princesa de Gales lo que salva a la realeza del creciente repudio del pueblo británico en esas especiales circunstancias.